¿La COVID-19 puede generar una pérdida del olfato?

COVID y pérdida del olfato

Es cierto que más de un año después del inicio de la pandemia, aún quedan muchas dudas sobre sus consecuencias, específicamente a largo plazo. No obstante, algunos expertos afirman que la pérdida olfativa y gustativa es un síntoma importante que se ha evidenciado. Cómo ya sabemos, la COVID-19 puede afectar directamente el sistema respiratorio y puede producirse, por separado o ambos a la vez, la anosmia y/o hiposmia. Veamos en detalles como la COVID-19 genera la pérdida del olfato.

¿Que son la anosmia y la hiposmia?

La pérdida total del sentido del olfato se llama anosmia mientras que la hiposmia se refiere a la pérdida parcial del olfato. Puede ser una enfermedad por sí sola o puede ser causado por otra enfermedad o problema de salud. También puede durar un tiempo corto o venir a ser un problema permanente. Todo depende de la causalidad. Es importante notar, que a menudo, la anosmia y la hiposmia, afectan también nuestra capacidad a percibir los sabores. Las causas más frecuentes de anosmia y hiposmia son las infecciones virales del sistema respiratorio superior como lo son, por ejemplo, los resfriados comunes, las sinusitis o las bronquitis. Las inflamaciones crónicas de la nariz y de los senos paranasales también pueden ser causantes. Hoy en día, se ha evidenciado que la COVID-19 puede afectar el sentido del olfato hasta causar anosmia por varios meses.

¿Por qué la COVID-19 afecta el olfato?

La Facultad de Medicina de Harvard ha publicado en Julio 2020 resultados de un estudio que demuestra que la pérdida del olfato y del gusto en caso de ser afectado por la COVID-19 se debe a la infección de las células nerviosas de la cavidad nasal por el virus. En otras palabras y según el neurobiólogo Sandeep Robert Datta, el coronavirus provoca anosmia en los pacientes, afectando a la función de las células de soporte, mas no infectando directamente las neuronas. Aun no se determina con seguridad, si a través del bulbo olfatorio, el virus infecta el sistema nervioso central. Este mismo estudio, nos permite suponer que la pérdida del olfato no será permanente. Asimismo, menciona que existen pocas posibilidades para que la COVID-19 pueda producir daños graves en los circuitos neuronales olfativos.

Es evidente que, siendo una enfermedad relativamente nueva, aun queda mucho por descubrir sobre su funcionamiento y cómo nos afecta. De la misma manera, si bien la mayoría de los pacientes recuperan su sentido del olfato después de un tiempo variable, aún existen casos de pacientes que no lo han podido recobrar por completo. De hecho, numerosos estudios siguen en curso para seguir entendiendo más de esta enfermedad.

¿Cómo detectar la pérdida del olfato en caso de COVID-19?

En una otra investigación, hecha por la Universidad de Cincinnati, aprendemos que se estima que la pérdida del olfato interviene a partir del tercer día de la infección. No es necesario presentar otros síntomas de la COVID-19 para tener anosmia o hiposmia. De hecho, en algunos casos, este es el síntoma que nos hace sospechar que fuimos infectados por COVID-19. En general, va acompañado de la pérdida del gusto o del sabor. Cabe resaltar, que la pérdida de olfato debida a la COVID-19 suele ser bastante fuerte y repentina.

¿Cómo ayudar a la recuperación del sentido del olfato?

Según los estudios, el 20% de los pacientes que sufrieron de pérdida del olfato, lo recupera naturalmente después de una semana. El 30 % debe esperar entre 1 a 3 semanas después de haberse curado para poder recobrar el olfato. Mientras que otro 20 % de los pacientes tarda de 3 a 4 semanas para volver a sentir los olores con normalidad. Si bien la recuperación es mayormente espontánea y rápida, puede persistir una ligera hiposmia por un tiempo más.

El resto (30%) de los pacientes entra en una pérdida de olfato a largo plazo de la cual aún no tenemos suficientemente tiempo de estudios para saber más con certeza.

Existe la posibilidad de acelerar su recuperación, usando unas técnicas muy simples que se pueden hacer en casa. Se trata de ejercitar y reeducar su sentido del olfato para permitir que se reconstruyan las fibras nerviosas del bulbo olfativo. Para realizarlo, sigue estás etapas:

  • Limpia tu nariz con suero fisiológico o agua con sal.
  • Elige un condimento o alimento con olor fuerte como la canela, el vinagre, el tomillo, la menta, los cítricos o el café.
  • Toma unos segundos enfocándote, para permitir a todo tu sistema sensorial que grave la información de que condimento o alimento estas usando.
  • Huele el frasco que contiene el condimento o alimento detenidamente por varios segundos.

Es aconsejado hacerlo, por más que no puedas oler nada. Realiza ese ejercicio dos a tres veces por días, alternando los olores, hasta recobrar el olfato. Cabe destacar, que ese mismo ejercicio también ayuda a recobrar el gusto. El olfato cumple numerosas funciones que podrás descubrir aquí.

Es importante, que, ante la pérdida de olfato repentina, por más que no tengas otros síntomas, puedas realizar un test para saber si estás infectado por la COVID-19. Recuerda, que por más que no tengas síntomas fuertes, puedes contaminar a tus seres queridos en casa, tus colegas en el trabajo y las personas con las cuales comparte espacio.

Fuente: https://hms.harvard.edu/news/how-covid-19-causes-loss-sme