El poder del olfato: todo lo que hay que saber sobre este misterioso sentido

El olfato, sin duda es un sentido muy útil para percibir el mundo y para poder enfrentar los eventuales peligros. Nos genera mecanismos de defensa como huir en caso de olor a humo, pero también puede traernos recuerdos y emociones, gratos o no, a la memoria. El olfato es el primer sentido que conectamos cuando nacimos, ya que es el que nos permite rastrear a nuestra madre, en particular, el olor de la leche materna. Para decirlo así, el sentido del olfato es el más relacionado al instinto de supervivencia. En ese artículo, te explicaremos cómo funciona y para que sirve, y te daremos datos curiosos que no dejarán de sorprenderte.

¿Para qué sirve el sentido olfativo?

Las funciones del olfato van mucho más allá de solo permitir sentir olores. Los detallamos en seguida:

1/ Es sumamente importante para la supervivencia del humano ya que advierte de eventuales peligros con los olores desagradables asociados a sustancias nocivas, alimentos en descomposición y gases contaminantes.

2/ Está estrechamente enlazado con el sentido del gusto para la percepción de los sabores de los alimentos que consumimos. En efecto, a pesar de que sea muy poco conocido, el hecho es que nuestra percepción de los sabores es una combinación de informaciones captadas por los sentidos del gusto, del olfato y del sistema sensorial.

3/ Permite identificar una gran variedad de olores, según los científicos, los humanos somos capaces de percibir más de 10 000 olores diferentes.

4/ Sirve como activador de la memoria, ya que uno recuerda a menudo olores asociados a eventos sean positivos o negativos.

Cuidar su olfato

Te dejamos 9 consejos a seguir para poder cuidar tu olfato y mantenerlo activo de la mejor manera posible:

  • No introducir elementos u objetos dentro de la nariz
  • No presionar la nariz y evitar los golpes
  • Evitar el humo de cigarros, uso de aerosoles u exposición a olores fuertes
  • Cuidar su nariz del polvo
  • Mantener las fosas nasales limpias y asearse con cuidado
  • Respirar por la nariz más no por la boca
  • No automedicarme en caso de congestión nasal
  • Sonarse la nariz cuidadosamente
  • Ejercita tu olfato: sal a caminar, capta olores y trata de identificarlos

Funcionamiento y anatomía del olfato

El olfato es un sentido químico que utiliza partículas aromáticas u odoríferas para poder detectar y procesar olores. Esos compuestos químicos volátiles son transportados por el aire y alcanzan la mucosa olfativa al respirar. Ahí son detectados por receptores que se ubican en las células olfativas sensoriales. Estás, son más de 20 millones y tienen en su extremidad pequeños filamentos sensoriales, también llamados cilios. El moco nasal acuoso ayuda a transportar las moléculas aromáticas a los cilios donde los receptores transforman las señales químicas en respuesta eléctrica. Se transmiten a la región anterior del cerebro, gracias a las prolongaciones nerviosas de las células olfativas que atraviesan el cráneo mediante micro orificios. Es en la parte del sistema límbico y del hipotálamo que se relacionan los olores que la memoria y la emoción, mientras al alcanzar la corteza cerebral, la información se vuelve consciente.

Datos curiosos

El olfato y las emociones: a menudo un olor puede desencadenar el recuerdo de una información muy antigua en nuestro cerebro.

Así como algunas enfermedades generan una ausencia de total del olfato como es el caso de anosmia, existen otras enfermedades que al contrario aumentan la capacidad de detectar olores, es el caso de la hiperosmia.

El olfato y los aromas: cuando piensas percibir un sabor, en el 80% de los casos, en realidad es el olfato que mandó la información al cerebro.

El olfato en los animales: el elefante es el mamífero que tiene el olfato más desarrollado, teniendo 1984 genes de receptores olfativos (396 en los humanos).

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